Este palacete de aire renacentista evoca las villas de la Toscana, y se trata de un lugar exclusivo con mucho encanto, rodeado de un magnífico jardín con cedros centenarios, de los cuales toma su nombre. El exquisito restaurante está dividido en tres ambientes. Asimismo, podrá disfrutar de la terraza de verano y del jardín mientras degusta la cocina mediterránea basada en recetas tradicionales, con elementos innovadores. También tiene salones para la celebración de reuniones o eventos y bar inglés. En definitiva, un lugar perfecto para aquellos que deseen visitar Madrid, en un clima muy tranquilo y rodeado de naturaleza, comunicado con el centro.
Ofrece fácil acceso desde la M-30, a tan solo 10 km del aeropuerto y a 4 del recinto ferial de Ifema. El centro de Madrid se encuentra a 7 km.